El que mucho abarca...¿poco aprieta?

No se puede decir que no he invertido tiempo en averiguar qué es lo que me pasa, en tratar de entender(me). Ha pasado considerable tiempo desde que liberé mi mente para que le fuese permitido tratar de entender y lograr una visión todoabarcante, ahora a mis 23 años veo ese momento de mi infancia como uno de los mas importantes de mi vida. Fui niño rebelde por cuestionarlo todo, por dudar: "¡Verdad será para usted!". Pocos entendían mis inquietudes, no se trató nunca de dudar por dudar ni por molestar, sino para verificar verdad, pero para algunos adultos siempre es más fácil creer que el niño se porta mal porque viene malo, tuve la suerte de no tener que consumir Ritalín y otras vainas semejantes que sedaban a mis compañeros más inquietos.

Agradezco haber llevado en varias circunstancias al límite mi mente, aún siento que ese limite sigue estando muy por debajo del real. Sin embargo las preguntas, que antes eran talvez más triviales, ahora ganan espesor y resolverlas o meditar en torno a ellas me han llevado a ciertos puntos donde mi conciencia de avanzar, quizá no pueda volver. También la velocidad con que mi mente percibe las cosas y deduce cosas y relaciona para crear nuevos puntos de vista ha crecido con el tiempo, la evolución que he sostenido desde temprana edad, acelera y me resulta dificil continuar de este modo. Pienso que tanto chipe libre que le he dado a mi mente la ha hecho empoderarse en cierto sentido de mis pensamientos, llevándome de un lado a otro en una continua oscilación cuya frecuencia aumenta.
En consecuencia creo que he de encontrar una manera de: primero, reducir tal frecuencia, incluso hasta hacerla cero. Segundo, canalizar mi concentración para resolver un problema a la vez y así liberarlos de mi mente y no seguir acumulando ideas, libros, pinturas y cuanta cosa he creido ser capaz de crear.

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